¿Ya tienes el catering, pero aún no el lugar? Tranquila, sí se puede.

Si ya tienes claro el catering para tu boda, pero aún no has encontrado el sitio ideal, no estás solo. De hecho, es más habitual de lo que crees.

Hay parejas que tienen una conexión especial con un tipo de cocina, que ya conocen a un chef, o que vienen de otro país con una cultura gastronómica muy marcada. Lo primero que definen es qué quieren comer ese día. Y eso está perfecto.

Lo que muchos no saben es que no todos los lugares de boda permiten proveedores externos. Algunos tienen exclusividad con sus cocinas y no aceptan cambios. Pero eso no significa que no existan opciones. Existen, y son una maravilla.

Lugares con alma y libertad

En zonas como la Albufera, hay espacios mágicos donde puedes montar tu boda a medida.
Sitios donde no hay un menú fijo, ni un proveedor impuesto, ni un camino marcado.

Son lugares abiertos a escuchar, adaptarse y dejar que cada pareja cree su propia historia. Donde el arroz no solo se sirve en el plato, sino que también crece a tu alrededor. Donde las barcas pasan lentas al fondo mientras cae el sol, y la celebración se mezcla con el paisaje.

¿Te imaginas poder traer a tu propio catering y celebrar ahí?

¿Y cómo lo consigo?

Aquí es donde entra el trabajo de una wedding planner: buscar los lugares que se ajusten a tu visión, hablar con los propietarios, revisar condiciones y acompañarte para que todo encaje.

Tener el catering decidido no es un obstáculo. Es una gran ventaja, porque desde ahí podemos construir el resto de la experiencia.

Así que no tengas miedo

No estás haciendo las cosas al revés. Estás empezando por algo importante: el sabor de tu boda.
Y si ya sabes eso, el siguiente paso es encontrar el lugar donde todo tenga sentido.

Y sí: ese lugar existe. Solo hay que saber buscarlo.